Familia de Carlos Le-Fort |
Los matusalenes de antaño, que antes los había en Rengo abundantes y variados, solían juntarse por las tardes bajo los frondosos y gigantescos árboles de la Plaza de Armas, para entregarse a una charla salpicada de tradiciones y hacer más llevadera las horas vespertinas, que siempre son tan pesadas en todo pueblo chico. Al hilvanar en estas páginas las que recuerdo, para que ellas no sean aventadas por el olvido, se reduce únicamente esta publicación, la que con todo cariño dedico a la memoria de mi padre
RENGO Y SUS GARIPAUCHOS
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